Ars Memoriae II

Hablar del “Juego” es hablar dentro de un contexto específico y nos referimos à la existencia de los Juegos del Espíritu, una Arte muy antigua que se ha desarrollado incluso antes que la Filosofía y caminaría paralelamente à ella inspirando-a y complementando-a. El sueño de la descubierta de un método que demostrase la correspondencia entre el ritmo del pensamiento y lo de la materia, que desvele, mediante combinaciones mentales la esencia de la realidad, es el sueño Occidental más buscado de la Historia del Pensamiento. Este Sistema recibe su nombre de Nicolás de Cusa, su mayor defensor y idealizador a través de sus escritos “De Ludo Globi” y “De Visione Dei”, donde inventó toda una serie de imágenes y juegos mágicos, con los cuales pretendía ejercitar la meditación, y alcanzar los objetivos que nortearon toda la Cultura después de él: la Unidad del conocimiento y la concepción divina del hombre. El proyecto de una memoria artificial está vinculado con la historia de la lógica, con la producción artística de orientación religiosa, con la emblemática, con las Matemáticas, con la Medicina, con las modernas Tecnologías, o incluso con la utopía de crear una lengua universal. El arte de la memoria fue un elemento importante en el método cartesiano y en las aspiraciones enciclopedistas. El arte de la memoria llegó hasta el siglo XVIII por su relación con la pedagogía y con la búsqueda en la época de la admiración y el prodigio tan frecuente en el Barroco.
La mnemotécnica se convierte en una segunda escritura puesto que quién escribe en su memoria sigue un sistema artificial y se convierte a sí mismo en su propio lector. La Memoria es un instrumento para conocer la realidad por su reducción a categorías inteligibles.
La utopía de una lengua universal que pretendía crearse a partir de la idea de una comunidad de imágenes mentales en la humanidad: no necesitaría de un maestro, y sería de fácil uso. El alfabeto y el orden numérico empezaron a utilizarse como todo un sistema clasificatorio que alojaban en sí todas las posibilidades. Las letras del alfabeto podían integran imágenes de las cosas que empiecen por esa letra, el segundo alfabeto sería las formas que simbolizan, el tercero los nombres de persona, el cuarto los empleos y dignidades, las partes del cuerpo el quinto, y el sexto los gesto que sirven para designar en un sistema comunicativo las mismas letras. En resumen, la memoria es una técnica del ordenamiento enciclopédico de las nociones. Su disposición estructural es la de un libro, y por extensión la de una librería. Desde la óptica aristotélica la memoria es un segundo lenguaje, de ahí la famosa expresión “el alma nunca piensa sin un diseño mental” (De anima). Las afirmaciones de Aristóteles acerca de la imposibilidad de pensar sin un diseño mental son continuamente alegadas para sostener el empleo de las imágenes de la mnemónica. Aristóteles distingue entre lo que sería la memoria y el simple recuerdo de algo. Recordar es recuperar un conocimiento o sensación que ya existían anteriormente. A ello llama Aristóteles “Reminiscencia”, que es el esfuerzo deliberado por hacerse camino entre los contenidos de la memoria, a la caza de lo que se intenta recordar. En este esfuerzo Aristóteles subraya dos principios conectados entre sí. Se trata de lo que nosotros llamamos asociación, un justo proceso de correspondencias y significaciones entre ambos límites.
Pero Aristóteles emplea términos que son ya ecos de un doble camino de la memoria artificial desde la antigüedad hasta mediados del medioevo cuando dice: "similitud, o contrario, o íntimamente conectado", se ha descrito este pasaje como la primera formulación de las leyes de la asociación por similaridad, disimilaridad y contigüidad. Estaba abierto el camino para los defensores de la Memoria para quiénes era algo más que un mecanismo retórico, era una Virtud. La Virtud natural de la Memoria aristotélica operaba a través de la ‘Simpatía e Antipatía’, términos populares especialmente entre los filósofos alejandrinos. Las imágenes conectan con las intenciones espirituales, adquiriendo sus potencialidades, tomando un rasgo talismánico por el que actúan como sellos y como secretos revelados por la divinidad.
El propio Llull la coloca entre las tres principales: Intellectus, Voluntas y Memoria.
Sus orígenes como expuesto más arriba, se remiten a la noche de los tiempos, es más conocida su trayectoria a partir de Platón y Aristóteles, ambos conocían bien el Arte, y Aristóteles es esencial para el desarrollo Escolástico del Arte, y Platón para las Formas del Arte en el Renacimiento.
En Sistema Educacional Clásico la Memoria hacía parte de la Disciplina de la Retórica( Siete Artes Liberales: Gramática, Retórica, Dialéctica, Aritmética, Geometría, Música e Astronomía.) Con la supresión del mundo clásico y a través de Santo Agustino la Memoria se transfiere de la Retórica para la Ética, haciendo parte de la Virtud Cardinal de la Prudencia – Memoria, Inteligencia e Providencia. La Memoria Artificial pasa a ser un deber moral e religioso se creando el inmenso Imaginario medieval como mostrado en la Pintura de Giotto y en el Sistema de la Divina Comedia.

La idea de una terapéutica de la memoria es de vertiente aristotélica y basada en Galeno y Avicena, y ya era presente en el Régimen Aphoristicum de Arnau de Vilanova y difusa en la Medicina medieval, alcanzando su auge con Alberto de Carrara ( De Ómnibus Ingeniis Augendae Memoriae ), y Matteo de Perugia que publicaban al final del Quatrocento Opúsculos de Medicina Mnemonica en los cuales volvían a aparecer un régimen a favor de la buena memoria. Encontramos los Aforismos de Memoria de Vilanova dentro de su obra médica y tratan básicamente de la conservación de la memoria, y en ellos se recogen todo que es nocivo para la misma, desde la humedad del ambiente hasta el hecho de dormir calzado. Los trece restantes exponen las recomendaciones adecuadas al fortalecimiento de dicha facultad, desde los frutos astringentes hasta determinadas preparaciones médicas. Las prescripciones que se dan en cualquier régimen de salud medieval tales como: evitar tanto el frío excesivo cuanto el fuerte calor; Realizar ejercicios físicos antes de las comidas y permanecer en pie o pasear despacio después de haber comido, se apuntan también a la conservación de la memoria y también se extienden al beneficio de otras facultades y al cuerpo entero, porque lo mismo que debilita la memoria también embota el sentido, perturba la razón y daña el cerebro, la cabeza y el cuerpo entero. El otro factor que tienen en cuenta los Aforismos es el de neutralizar las fumositates que procedentes de diversas partes del organismo, suben a la cabeza y oscurecen las facultades psíquicas. Hay que eliminar los alimentos que generan gases al ser digeridos, como son las legumbres, el queso y los ajos, puerros y cebollas. La Doctrina médica de Arnau de Villanova se basa en que en el cuerpo humano constan cuatro humores: cólera, melancolía, flama e sangre. E cuatro potencias que son la apetitiva, la retentiva, la digestiva y la expulsiva. La salud es el equilibrio entre todos estos extremos. En última análise, mantener el equilibrio físico es ahorrar molestias psíquicas, aún que, el contrario también es verdadero.