DESESPERACIÓN
lunes, 31 de agosto de 2009
MY FAIR LADY...
Qué relato quieres oír de mi memoria, mi vacía, perdida, oscura memoria, cajones destripados que se aferran a cerraduras oxidadas de siete cerrojos, de mil baldones. Qué quieres oír de mis labios alimentados por el fluir destilado de tus ojos.
Acaso albergas que remueva los cansados huesos del poeta, grite: oh hypocrite lecteur, mon semblable, mon frère. De qué serviría. ¿Me conocerías mejor, me amarías, empaparías con tus fluidos mis versos, cabalgarías en mis palabras...?
Dímelo tú. De qué serviría. ¿Dejaría de tocar a muertos la campana del monte de las ánimas? ¿Dejaría de ser azul la pupila de tu rima? ¿Dejarían de volar las malditas golondrinas? Quizás todo se cubriera de la nada que envuelve la fantasía.
Coge tu rocín, cabalga mientras puedas, huye del vacío que emana de mis versos, huye ahora que aún estás a tiempo. Dime dulce amiga. Dónde habita la poesía cuando interiormente no hay nada, cuando todo se torna de un amarillo de dientes amarillos.
Coge tu rocín, cabalga mientras puedas, huye del vacío que emana de mis versos, huye ahora que aún estás a tiempo. Dime dulce amiga. Dónde habita la poesía cuando interiormente no hay nada, cuando todo se torna de un amarillo de dientes amarillos.
Soy el Diablo, he venido a buscarte, a corromper tu alma, pues yo ya me hundo, y no quiero caer solo. Soy el deseo de una juventud, deseo truncado por un disparo en la sien, sangre que mancha una moqueta, olvido que llega al recuerdo.
I’m so happy, but I have a light. Decidme aquellos que tenéis algo que decir. Cómo cercenar mi vida, cómo destruir el azul del verso. Finge, por favor. Finge que mi desesperación te deja alicaída, sin fuerzas para seguir caminando, pues no hay camino en el andar diario, todo termina como empezó, sientes que tu vida ha sido un trago mal apurado, un cigarrillo a medio fumar, consumido por el tiempo. Ceniza desparramada en el tablero.
Y jamás proclames que la poesía vive, pues murió con su mirada. Pero dime, my fair lady... Qué quieres saber de mí. Qué quieres saber de la nada.
Y jamás proclames que la poesía vive, pues murió con su mirada. Pero dime, my fair lady... Qué quieres saber de mí. Qué quieres saber de la nada.
Poemas del Hades,
2 comentarios:
Lo sé porque te lo he preguntado. Tu, en cambio, no quieres saber cómo me llamo yo... (El lobo estepario)
Felicidades, Cileah, por fin un año más jóven (je je )que descumplas muchos más.
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